La Catedral Nueva será desmontada y vuelta a montar
- Iñaki Roldán
- 18 ene 2015
- 2 Min. de lectura
Un proyecto pionero en Europa.

La Fundación Santa María ha presentado esta mañana un nuevo proyecto director para la Catedral Nueva. Esta nueva iniciativa ha surgido tras el éxito del programa “Abierto por Obras” durante la restauración de la Catedral Vieja, la atracción más importante de Vitoria hasta la finalización de sus obras el pasado 2014.
A grandes rasgos y sin entrar en detalles técnicos, el proyecto consistirá en desmontar toda la catedral para luego volver a montarla, con el único objetivo de atraer turistas. Del desmontaje se encargarán tres aldeanos de Zalduondo, y un carro tirado por bueyes (para hacer el trabajo más ágil) que depositarán las piedras, a la espera de su montaje, en uno de los muchos solares vacíos de Lakua. El citado montaje correrá a cargo de Santiago Calatrava, prestigioso arquitecto conocido por la ausencia de goteras en sus edificios y “además no de habérsele caído ninguno todavía, lo que le hace muy fiable” en palabras de Patxi Zentzugabe, director del proyecto.
"La iniciativa Abierto por Obras fue una gran idea, pero nunca pensamos en que fueran a acabarse algún día.” Cuando surgió la idea, en los años 90, el planteamiento que tuvieron en mente era algo similar al que Gaudí tuvo para la Sagrada Familia. Una obra que no acabara nunca, y donde cada vez que fueras hubiera algo nuevo que ver (fotografiar en el caso de ser japonés). Pero las obras concluyeron el pasado año y los andamios y ruidos de rotaflex han dado paso a cálices y canciones de misa, lo que ya no resulta tan atractivo para los turistas accidentales. “Ya no tiene gracia, catedrales hay en todos los sitios, por ello hemos pensado en adaptar el plan a los nuevos tiempos” explicaba en la rueda de prensa Zentzugabe. "Es así como ha nacido este nuevo proyecto."
Todas las piedras serán numeradas alfabéticamente de la A a la Z, para saber dónde colocarlas. “Dado que el alfabeto sólo tiene 26 letras (27 contando la Ñ) cuando nos quedemos sin letras dibujaremos formas geométricas y luego ya pues no sé, algo se nos ocurrirá” explicaba el director del gabinete de planificación, Unai Zirriborroa, ante la insistencia de los medios.
De esta manera se pretende que los turistas puedan disfrutar de una catedral en obras, como Dios manda, al igual que han venido haciéndolo a lo largo de estos últimos años. Ello no solo constituirá una atracción para turistas, sino también para los vitorianos. “Las salidas culturales de los colegios ya no se limitarán al Artium y al centro de procesamiento de residuos de Júndiz.”
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